¿Qué son los reflejos?
Los reflejos son la respuesta o reacción
automática de los bebés, desencadenada por algún estímulo exterior. Depende de
los reflejos la capacidad del bebé para adaptarse y tener un mayor control sobre
su cuerpo y el ambiente.
Los reflejos
deben ser observados de cerca, tanto por los padres como por el pediatra del
bebé quién será el encargado de realizar una evaluación neurológica del bebé,
que permitirá detectar si existe algún problema y reducir así problemas futuros.
Los reflejos primarios del bebé
Son los que
manifiestan el bebé en el momento de su nacimiento y que algunos pueden
desaparecer en algunos meses. Por ejemplo:
- Movimiento de
los pies. Cuando se sostiene al bebé por las axilas y en posición vertical, se
consigue que el bebé mueva los pies como si estuviera queriendo caminar. Este
reflejo suele mantenerse por unos cuatro meses.
- Giro de cabeza.
Cuando se acuesta al bebé sobre su espalda, se consigue que el bebé gire la
cabeza hacia un lado, a la vez que mantiene sus brazos estirados hacia arriba.
Dura unos tres meses.
- Presión en
las manos o reflejo Prensil. Cuando se coloca un objeto en una mano del bebé,
él intentará cerrarla. El contacto que se establece entre la persona y el bebé
favorece al vínculo afectivo. Suele desaparecer a los 6 meses.
- Presión en la
boca o reflejo de Succión. Cuando se coloca o se roza suavemente un objeto en
los labios del bebé se le provoca la succión. Puede durar hasta el cuarto mes.
- Presión en
los pies. Cuando se roza la parte de arriba del dedo pulgar del pie de los
bebés, ellos flexionarán automáticamente todos los dedos. Dura hasta los nueve
o doce meses
- Reflejo de
los lados o de equilibrio. Cuando el médico, al levantar al bebé alzándolo de
un costado, éste encogerá la pierna de arriba mientras que estira la otra
dejándola "colgar". Se comprueba así su sentido de equilibrio.
Los reflejos secundarios del bebé
Son los que se
manifiestan a lo largo de los primeros meses de vida del bebé y que también
pueden desaparecer con el tiempo. Por ejemplo:
- Reflejo de
Galant. Cuando al pasar la mano por la parte baja de la espalda y hacia los
lados del bebé, se observa que él arquea ligeramente el cuerpo hacia arriba y
hacia los lados. Puede durar hasta el año de nacido.
- Reflejo del
Moro. Cuando se pone el bebé tumbado sobre una superficie blanda y se le
sostiene y tira por las muñecas, separándolas un poco, y dejándole caer hacia
atrás. El bebé abrirá los brazos y los echará hacia delante como si de un
impulso quisiera dar un abrazo. Luego llora. Dura hasta el cuarto mes de vida.
- Reflejo de
Búsqueda. Cuando se toca o acaricia los labios de la boca del bebé, él vuelve la
cabeza y abre la boca para seguir o buscar en la dirección del contacto. Eso
ayudará al bebé a encontrar el pecho o el biberón para alimentarse. Al primer
mes el bebé puede girar la cabeza en busca de lo que ha sido puesto en sus
labios.
- Reflejo de
Arrastre. Cuando el bebé, colocado boca abajo, intentará mover sus piernas para
avanzar gateando. Se puede ayudarlo colocando los pulgares bajo los pies del
bebé. Le servirán de apoyo. Este reflejo suele mantenerse hasta los tres meses
de vida.
- Reflejo de
Landau: Cuando al suspender al bebé en posición ventral, su tronco se endereza,
la cabeza se eleva y los pies y brazos se estiran. Suele aparecer por el cuarto
mes y desaparecer por el décimo mes.
- Reflejo del
Paracaídas: Cuando se sujeta al bebé por los costados boca abajo y se lo
inclina hacia delante, él reaccionará extendiendo los brazos y abriendo las
manos. Aparece por los seis meses y desaparece por los nueve.
- Reflejo del
Gateo: Cuando al poner el bebé acostado sobre su barriguita y en una base
sólida y segura, se puede notar que automáticamente él se pondrá en posición de
gateo. Suele aparecer por los 6 o 7 meses hasta que empieza a caminar.
- Reflejo del
Paso: Cuando al tomar el bebé alrededor de su barriga, sujetándolo por debajo
de sus axilas y tratando de ponerlo de pie, el bebé empezará a realizar
movimiento como si estuviera dando sus primeros pasos, al tocar sus pies a una
base sólida. Así empieza el proceso para que el bebé aprenda a caminar.
Reflejos de
infancia que se mantienen en la vida adulta
Hay reflejos
que aparecen cuando somos bebés y que perduran hasta nuestra edad adulta. Por
ejemplo:
- Reflejo de la
tos. Cuando uno tose como reacción a algún estímulo de la vía respiratoria.
- Reflejo del
estornudo. Se estornuda para extraer o expulsar alguna incomodidad en las vías
nasales.
- Reflejo del
bostezo. Se bosteza por la necesidad de estimular la respiración.
- Reflejo del
parpadeo. El parpadeo es un reflejo que expresamos cuando los ojos son
expuestos de súbito a una luz brillante.
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